En la lista de las situaciones que a los seres humanos más nos cuestan , creo que el no saber lo que va a pasar es la más difícil de atravesar.
La incertidumbre nos mueve emociones como la angustia, el miedo, el desasosiego, la desesperación.
Pareciera que en la épocas que nos toca vivir es el pan de cada día. Para nosotros los argentinos, hasta ahora se nos ocurría que "las sorpresas" y la falta de seguridad eran parte de nuestra tierra. Pero después de los sucesos de Estados Unidos se instaló la inseguridad como aspecto mundial.
Ya no tenemos de donde agarrarnos. La fantasía popular era que la gente que se iba del país, tenía su vida asegurada, o por lo menos podía confiar más en la posibilidad de afirmar un futuro.
¡Oh, sorpresa! La vida nos hizo otra vez un gran juego. La seguridad no existe. Ni aquí ni en ningún lugar del mundo.
A veces me pregunto si es esa parte omnipotente que tenemos los seres humanos la que no nos permite darnos cuenta que la incertidumbre es parte de la naturaleza.
En realidad jamás sabemos lo que va a pasar. Sólo suponemos. Llenamos nuestra agenda, arreglamos horarios, fijamos citas sin tener clara conciencia que el único momento real que existe es el aquí y ahora.
Recuerdo una vieja historia. Había una vez un pequeño pueblo. En el había un rabino que durante 20 años salía a la misma hora de su casa, recorría las mismas calles hasta llegar a su templo. En el pueblo vivía un policía que, por esas nimiedades de los hombres, no podía ni ver a este rabino. Un día este policía se levantó de especial mal humor. Y por supuesto, no se le ocurrió mejor idea que agarrarselas con el rabino.
Lo enfrentó y le preguntó: -¿Adónde va?. El rabino suavemente le contestó:- No sé.
El policía enfadado lo increpó aún más: -¿Cómo que no sabe adónde va? - el rabino volvió a decirle que no sabía. Así es que el policía cada vez más enojado le gritaba que no le creía y que le dijera adónde se dirigía. Como el rabino lo único que le respondía era "no sé" decidió meterlo en la cárcel por desacato a la autoridad. Un a vez que el rabino esta dentro de la celda, lo mira fijo al policía y le dice: ¿Vió que tenía razón? Yo no sabía hoy adónde iba a ir".
Quizá la humildad de comprender que la única certeza es la incertidumbre sea el primer paso que tengamos que dar para comenzar a vivir una vida con más serenidad, pudiendo rescatar nuestra paz interior.
Como terapeuta hace años que sé que la única certeza es vivir cada momento con plenitud y siendo lo más honesto que podamos con nosotros mismos.
Sé que el aprendizaje no es fácil, pues tenemos muchos"virus mentales" que no nos permiten estar en el presente como seres totales. Pero también sé que no es imposible
Se puede caminar por senderos interiores que nos permiten quitarnos pesos y creencias del pasado para transitar momentos de incertidumbre sin entrar en pánico
23/2/10
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1 comentario:
Un articulo muy interesante..
La inseguridad vista por los medios diaria.. el temor, el miedo que a través de los medios nos imponen..
La vida esta lleno de tantas cosas lindas, que ni siquiera nos damos cuenta.
Un gusto leerte..
Un abrazo
Saludos fraternos...
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