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25/8/10

El por que de la resistencia al cambio...


El por qué de la resistencia
¿Cómo saber qué te impide cambiar o por que te resistes al cambio?

Una manera es enojarse o hasta hacerse insoportable la lectura o práctica de algún ejercicio relacionado a la práctica de vivir de un modo más consciente.

Pero, el vivir de un modo consciente, no se trata de vetar o evitar algún comportamiento o lectura no deseada. Ejemplo tú puedes ser capaz de leer algún texto donde alaben o pregonen hechos que van en contra de un desarrollo de una sana autoestima o fatalistas, tales como: "SOY ASÍ POR NATURALEZA, HE HEREDADO MI MODO DE SER Y NO LO PUEDO CAMBIAR".

(...) Genéticamente venimos determinados con una determinada predisposición a manifestar ciertas actitudes y formas de pensar, no debemos olvidar que la tendencia a la depresión es hereditaria y muchas veces por más que deseemos no podemos ir contra la genética, esto claro sin llegar a un determinismo causal que nos relegue a un plano netamente pasivo". (Sergio Valdivia).


Pero tu consciencia o lucidez te va a llevar a distinguir lo que es cierto o no, así mismo el que te censures o reprimas sobre algún tema "Tabú", no va a impedir que de una manera consiente estés convencido que no es convincente alimentarse de ese tipo de literatura, hasta lo que yo te he estado escribiendo siempre tiene que esta sujeto a tu juicio de tu consciencia, y no creer por creer.

Que "dulcemente amargo" es ir contra algo que nos prohíben, sin ni siquiera darnos la menor explicación de por que no debemos hacerlo. Quizás nos hace sentir (falsamente) superiores o astutos por que hemos hechos algo que estaba prohibido, aunque después las consecuencias o golpes recién nos explican que así no deben ser las cosas.

A continuación te citaré algunos ejercicios que te pueden ayudar a descubrir por que te niegas tanto al cambio, o por que persistes en hacer actos inconscientes.

"Si me imagino aportando mas consciencia a mi vida:
Lo que me asusta de ser más consciente puede ser:
Si aporto un 5% mas de consciencia a mi miedo de actuar de una manera más consciente": . (N. Branden).

Además no nos es fácil vivir en todas las áreas de nuestra vida de un modo consciente, pero así mismo percibirán que en aquellas áreas de tu vida que te va mejor, es que vives de un modo más consciente, mientras que en las otras áreas que te va mal es muy posible que vivas de un modo no consciente.

"He trabajado con atletas y bailarines que tienen una refinada consciencia de los más leves matices de su organismo, en lo que respecta a nervios, músculos, flujo de sangre y que sin embargo son pocos conscientes del significado de sus emociones". (N. Branden).

Así es que, tú mejor que nadie ya sabe en que áreas de vida (laboral, sentimental, salud, dinero, espiritual, relaciones interpersonales, etc.) te va mal puedes desarrollar los siguientes ejercicios que te aclararán mucho (a cada tronco de oración, responde de manera espontánea de 6 a 10 respuestas durante 5 días:

"Lo que aquí­ me hace difí­cil permanecer totalmente consciente es:
Lo bueno que aquí­ tiene no ser totalmente consciente es:
Si fuese aquí­ más consciente:
Si experimentase un aumento de consciencia de un 5% en éste ámbito:". (N. Branden).

y el 6to día desarrolla este tronco de oración "Si es verdad cualquiera de las cosas que he estado escribiendo esta semana sería útil que:". (contestar)

Luego descansa el 7mo dí­a.

8/8/10

QUE NECESITAN?.....


¿Qué necesitan las personas para sentirse libres? ¿Qué necesita cada uno de nosotros?

Para quien está en prisión, la liberación es el momento más esperado. Luego del encierro, la libertad causa una inmensa satisfacción en una persona. Sin embargo, luego de dejar la cárcel, muchos son quienes no encuentran un proyecto que llevar adelante y no logran vivir una vida de personas "libres".

Comparemos este fenómeno con la historia de Viktor Frankl: un psiquiatra que vivió tres años preso en un campo de concentración nazi. A pesar de estar cautivo, verse obligado a realizar tareas inhumanas, ser víctima de las peores humillaciones y testigo del asesinato de sus seres queridos, Frankl afirmó haber encontrado un "espacio de libertad" durante aquellos años. Descubrió que, incluso en la mayor esclavitud, él podía conservar la libertad de decidir cómo sentirse y qué pensar.

Estos dos ejemplos tan opuestos tienen algo en común: aportan otra visión de la libertad... Comúnmente, pensamos que la libertad es una condición "externa" y que ser libre, es tener la posibilidad de vivir sin la opresión, sujeción, o dominación de otros. Por esto, cuando sentimos que nos falta libertad, la exigimos "hacia afuera" (exigimos más libertad política, económica, de expresión, etc).

Pero si realmente fuera así, si la libertad fuese sólo una condición externa, los liberados de prisión se sentirán personas libres y el esclavizado Frank no.

La libertad no es sólo una condición externa, sino también un estado interno. Esta nueva forma de ver la libertad, tiene más que ver con una decisión, que con una situación. Ella nos ayuda a entender que la esclavitud, nace en muchas de las decisiones que tomamos, en los valores a partir de los cuales decidimos y en las prioridades que consideramos al momento de elegir. Partiendo de esta nueva forma de concebir la libertad, reflexionemos sobre algunas de las "prisiones" que nos esclavizan a diario...

El tiempo: cuando nos sentimos "prisioneros del tiempo", ¿no será que decidimos colocar las urgencias, por encima de las cosas que son importantes para nosotros?

La sociedad: cuando nos sentimos "prisioneros de la mayoría", ¿no estaremos poniendo la voz de la sociedad, por sobre nuestra propia voz?

Las relaciones: cuando nos sentimos "prisioneros de una relación", ¿no habremos decidido colocar las necesidades del otro, por sobre las nuestras?

La moda: cuando nos sentimos incómodos con nuestra imagen, ¿no ocurrirá que le damos más peso a las apariencias, que a nuestro bienestar interior?

El sistema: toda vez que nos creemos "prisioneros del sistema", ¿no estaremos anulando nuestra capacidad de cambiar las cosas?

Las comodidad: cuando algo nos molesta y no hacemos nada, ¿no estaremos optando por la alternativa más cómoda?
Nuestras verdaderas "prisiones" no son ni el tiempo, ni las relaciones, ni el sistema... sino nuestros miedos, que se manifiestan en nuestros paradigmas y nuestros hábitos. En pocas palabras, aquello que nos impide sentirnos libres no son las restricciones externas, sino los obstáculos internos.

Por lo tanto, el límite a nuestra libertad, es un límite de crecimiento interno. Sólo cuando crecemos interiormente y vencemos las prisiones mentales y emocionales que construimos, podemos sentirnos libres... Sea cual fuere nuestra situación, cuando dejamos de aprender, de cambiar, de mejorar y de crear cosas nuevas, nos sentimos esclavos... incluso ante una gran libertad externa!

Si no crecemos interiormente, podemos ser "libres de" (es decir, tendremos libertad externa), pero nunca seremos "libres para" (no tendremos libertad interna para decir aquello que es mejor para nosotros). De hecho, hoy tenemos más libertad económica e intelectual que nuestros antepasados y -sin embargo- seguimos sin sentirnos "totalmente plenos". Gozamos de una mayor libertad de expresión que décadas atrás, pero seguimos teniendo enormes problemas de comunicación. Somos dueños de nuestro tiempo, pero siempre sentimos que nos hace falta "más"...

Estas brechas nos demuestran que, para ser totalmente libres (externa e internamente), necesitamos cultivar y valorar el crecimiento personal. Para vivir una libertad plena, es preciso superar todas las formas de esclavitud propias, que nos impiden cambiar y mejorar.

Albert Camus decía que "la libertad es nada más que la oportunidad de ser mejor". Sólo cuando aprovechemos esta oportunidad, nos sentiremos verdaderamente libres